Hoy quiero hablarte de LA MANTECA DE KARITÉ, un ingrediente que nos brinda multitud de beneficios, que podemos utilizar para diversas cosas y que, además, es económico y dura muchísimo tiempo.

La manteca de karité es una grasa que se extrae de las nueces que se obtienen del árbol de karité, que crece en la sabana del África Central y Occidental. “Karité” significa árbol de mantequilla, así que nos podemos hacer una idea de cómo es este ingrediente. Es un potente regenerador celular natural con grandes propiedades suavizantes y re-estructurantes en arrugas, sequedades y estrías. Además es calmante, reparador, cicatrizante y nutritivo. Comentarte que la manteca de karité pura, que se extrae del prensado de las nueces y tras llevarlas a ebullición, no huele, ni sabe a nada. Es 100% natural.

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En el campo de la cosmética, este producto es muy utilizado en pieles secas y deshidratadas. Podemos encontrar multitud de marcas que incluyen la manteca de karité en la formulación de sus productos: pastillas de jabón, bálsamos labiales, cremas corporales, mascarillas capilares, …

De todas formas, yo soy partidaria de comprar la manteca de karité 100% pura y natural. ¿Por qué? Básicamente por dos motivos: en primer lugar porque es un producto natural sin aditivos ni químicos, y en segundo lugar porque esa pastilla de karité la podremos aplicar en las diferentes zonas de nuestro cuerpo y darle diferentes usos:

* labios dañados por el frío.

* nariz irritada por el frío o por un resfriado.

* codos, talones o rodillas, que son zonas propensas a padecer sequedad.

* escote.

* pelo dañado (aplícala a modo de mascarilla, déjala actuar 15 minutos y después lavas el cabello como lo hagas habitualmente).

* cuero cabelludo seco, irritado o con descamación.

* hidratante corporal …

Además, con la manteca y otros ingredientes naturales como puede ser el aceite de coco o los aceites esenciales podemos elaborar nuestros propios cosméticos naturales.

Aplicación

Coge un poquito de manteca y ponla en la palma de la mano, dale calor con la otra mano y verás como empieza a fundirse volviéndose totalmente cremosa. A partir de ahí ya puedes aplicarla donde desees.

Puedes guardar la manteca de karité en un cajón o armario, lo importante es que sea un lugar seco y fresco y que no le dé el sol directamente. Puede durar intacta de uno a dos años.

¿Tiene alguna contraindicación? en principio las únicas personas que no deberían utilizarla son las alérgicas al látex.

Yo te recomiendo que busques una manteca de karité pura, sin refinamientos ni tratamientos conservantes químicos. De esta forma, no solo estarás comprando un producto bueno para tu piel, sino que además evitarás la contaminación medioambiental y ayudarás en el desarrollo local de muchas poblaciones africanas.

La puedes encontrar en tiendas de comercio justo o en herbolarios.

Disfrutad del día y ¡Ser felices!